Floración – corrimiento y millerandage

Actuar sobre la floración para evitar el corrimiento y millerandage

Al año siguiente, el desarrollo de los capullos florales y la floración de mayo a junio es seguido por el ciclo reproductivo de la vid que comienza con la iniciación de futuras inflorescencias (año N-1). En primavera, según las condiciones climáticas, el nivel de almacenamiento en las maderas y raíces, el potencial floral (iniciado N-1), la floración puede verse afectada, dando como resultado un corrimiento de flores non fecundadas y una pérdida de cosecha significativa (racimos dañados por millerandage…).

Solución

Debido a la complejidad del ciclo reproductivo de la vid que se extiende a lo largo de varios años, el tratamiento del corrimiento floral sólo puede ser planeado a largo plazo. De hecho, desde el estado de racimos visibles, las necesidades de carbohidratos suele ser muy importante para satisfacer el desarrollo de la floración. Esta necesidad implica un almacenamiento óptimo de carbohidratos llevado a cabo durante la (s) campaña (s) anterior (es). Además, la mejora de la floración, especialmente en las variedades de uva sensibles, debe pasar por la implementación de un PNE adecuado (Programa de Nutrición y Estimulación), que permite actuar sobre la nutrición de la vid, su almacenamiento y suministro de nutrientes (ANTYS PMg) para la resistencia y desarrollo de flores (fósforo, magnesio, boro, etc.).

 

Resultados de pruebas en situaciones  recurrentes de corrimiento y millerandage en Grenache

Vides testigo y Vides con implementación de un PNE Frayssinet.

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